El día de ayer tuve una plática con cuatro personas a todas cuando les pregunté cómo estaban la respuesta fue corriendo. Al final de la plática todo termino siendo un tema de imprevistos y manejo de prioridades. Esto me hizo recordar la importancia de tener prioridades claras, de lo contrario queremos hacer todo cuando la realidad es que terminamos haciendo algo solo de forma parcial siendo por consecuencia parcialmente productivos.
Hacer todo es humanamente imposible, y aquellos que me digan que es posible por supuesto que les creo, sin embargo, les tengo una pregunta ¿a qué costo?, siempre hay un costo!
Las personas productivas no son aquellas que hacen todo, sino aquellas invierten su energía y tiempo en aquello que les va a generar el mayor retorno de inversión con respecto a lo que tiene valor para ellas mismas.
El truco está aquí: No caigas en la trampa de agregar más cosas a tu agenda sin haber revisado aquellas que debes de quitar o simplemente te agregan muy poco valor. Es como seguir queriendo echar agua en un vaso que ya se llenó, ¿Te hace sentido?
Hacer una pausa para retirar conscientemente lo que debe de eliminarse, puede llevar tiempo, pero puede marcar la diferencia entre estar corriendo, ocupado y ser realmente eficaz.
Algunas buenas estrategias que te comparto para poder mejorar son;
- Cuestiona tus compromisos laborales, revisa tus proyectos, tareas y aquello que de primera instancia no se haya completado o agregue suficiente valor discútelo con tu jefe, equipo de trabajo y hagan los ajustes que consideren necesarios.
- Reevalúa tu estilo de trabajo, ¿Siguen siendo todas aquellas juntas a las que estas invitad@ necesarias? Si las veces que de alguna manera alguien más requiere de tu atención son demasiadas, evalúa las alternativas que puedes tener para que sigas enfocad@ en lo que tienes que hacer, A veces con tan solo bloquear tiempo en tu agenda y estar en un lugar como tu oficina o sala de juntas a puerta cerrada pueden marcar una gran diferencia!
- Reevalúa tu tiempo de interacción con aplicaciones de mensajería, Disminuye el tiempo que pasas en el e-mail, redes sociales. Define tiempos y limita las notificaciones de estas aplicaciones, te sorprenderá ver cuánto tiempo disponible tendrás para hacer lo que tienes que hacer.
Ahora sí, una vez que ya removiste lo que tenías que remover, agrega estratégicamente aquellas tareas u objetivos a tu vida. A veces eso solo significa tener la capacidad de tomar un descanso a lo largo del día. Reducir el ritmo frenético al que estamos acostumbrados puede darnos tiempo valioso para avanzar en ese proyecto que hemos dejado durante meses.
Saunders E. (2018), How to invest your time like money & divine time management, Harvard Business Review



