¡¡¡No me traigas problemas, tráeme soluciones!!! ¿Te suena familiar? Conoce el impacto que tiene en nuestros equipos y su productividad

Es increíble pensar en el numero de veces hemos escuchado esa frase, pero ¿Estamos conscientes del efecto que esta frase puede estar generando?

En un mundo ideal esto ayuda a que los colaboradores se sientan empoderados y de cierta forma potencia mejorar como nos organizamos, sin embargo, no todos los problemas son fáciles de resolver, su complejidad puede demandar un nivel mucho mayor de habilidad y puntos de vista para resolverlo de forma eficaz, ¿que nos hace pensar que nuestro colaborador pudiera resolverlo, posee el nivel de competencia necesario para lograrlo?

El enfoque de “tráeme soluciones” puede ser particularmente dañino ya que puede fomentar una cultura de intimidación donde los colaboradores se sienten desconectados con lo cual se ocultan los problemas, hasta que se convierten en verdaderas crisis, haciéndolas mucho más difíciles de resolver y causando mucho mayor impacto para el negocio.

Desde este ángulo y aplicando principios de mejora continua los problemas se convierten en verdaderas bendiciones de los cuales debemos de tener visibilidad a tiempo. Debemos de fomentar una cultura laboral donde los problemas sean vistos como oportunidades para mejorar y ser más eficientes.

Acciones que podemos tomar para que nuestros equipos puedan plantearnos problemas de una manera mucho más productiva,

  • Como líder de una organización o equipo, asegúrate de modular tus reacciones cuando alguien te presenta un problema, es decir saber escuchar las malas noticias, si tu reacción no es la mas adecuada, tus colaboradores van a ocultar problemas y solo te llevaran buenas noticias.
  • Solicita planteamientos que sustenten el problema, es decir que el problema destaque hechos objetivos, analice factores, causas subyacentes y dejen claro el papel que cada uno juega en dicho problema – Con esto evitamos que el problema sea realmente un problema y no una queja—
  • Identifica a las personas adecuadas para resolver el problema, es decir evalúa las competencias que tiene tu colaborador para resolver ese problema en específico, a veces la sola aprobación de ti como líder es suficiente para que tu colaborador actúe y lo resuelva. Si el tamaño del problema supera su capacidad, es muy probable que tengas que apoyar identificando a otros departamentos o colaboradores que deben de intervenir para su solución, si el problema es demasiado delicado o complejo potencialmente tu involucramiento como líder será clave para resolverlo.

Nuestros colaboradores siempre estarán en una mejor posición que nosotros como lideres para identificar los problemas, dependerá de nosotros como líderes crear una cultura donde los invitemos a hacerlos visibles de forma rápida y constructiva con el fin de reducir el temor, así como también aumentar el verdadero empoderamiento y su resolución oportuna.

Nawaz S. (2017), The Problem with Saying “Don’t Bring Me Problems, Bring Me Solutions” Harvard Business Review

Deja un comentario